Es algo que me pregunto siempre, todos y cada uno de los días de mi puta vida.
Creo que al fin he encontrado varias respuestas que merecen la pena.
Por tu amigos, tu verdadera familia, aunque a veces fallen, pero entonces no son realmente tus amigos. Amigos reales hay pocos, pero los hay, y yo estoy orgullosa de tenerlos.
Por tu familia de sangre, aunque no todos merecen la pena.
Por aquella persona especial, que algún día encontrarás o que ya tienes. Que aunque sea difícil de encontrar, algún día conseguirás, por muy difícil que sea... merece la pena hacer todas las locuras que hagan falta.
Y por último, por todos aquellos momentos que te quedan, sean bonitos, divertidos, alegres, tristes, bajones, depresiones...
Sonríe, merece la pena ser feliz.